Nunca pensé en darlo todo por alguien, ni siquiera pensé que habría alguien tan importante como para darlo todo por él. Y no sé si fue el destino, la suerte o qué, pero hizo que le encontrara, y que no quiera separarme de él. Aunque me haga rabiar, me pique cada dos minutos, nos enfademos y no podamos aguantar enfadados más de 5 minutos. En realidad, me encanta que me pique y que venga a darme un abrazo para que le perdone; que me haga rabiar y se ría de mí cuando me enfado como una niña pequeña; que nos enfademos y lo arreglemos mientras nos reímos de lo tontos que somos. Parece una tontería, pero a mí me encanta.
Nunca pensé en darlo todo por alguien, ni siquiera pensé que habría alguien tan importante como para darlo todo por él. Y no sé si fue el destino, la suerte o qué, pero hizo que le encontrara, y que no quiera separarme de él. Aunque me haga rabiar, me pique cada dos minutos, nos enfademos y no podamos aguantar enfadados más de 5 minutos. En realidad, me encanta que me pique y que venga a darme un abrazo para que le perdone; que me haga rabiar y se ría de mí cuando me enfado como una niña pequeña; que nos enfademos y lo arreglemos mientras nos reímos de lo tontos que somos. Parece una tontería, pero a mí me encanta.
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